Es tan inútil esta despedida, porque creo que vos y yo sabemos que nos dijimos adiós hace mucho.
No te preocupes.Yo trato de ser la misma: de hacer las cosas que ayer te hicieron vibrar.
Aquella que tenia esa mirada de nena, esa sonrisa de adolescente, y esas ganas de ser mujer en tus brazos.
Entonces el comedor que por momentos estuvo vacio de afecto y desbordando silencio, se pobló de cortinas y velos.
Ese mantel a cuadritos y los platos de siempre: los de fiesta.
Como siempre la cena la pensé dos o tres semanas antes, calculando e imaginando que puede ocurrir o no.
Es en ESE instante cuando me siento un payaso triste y abandonado que no hace mas que escribir ausencias.
Me miro al espejo, intento tapar mis ojeras, esbozo la mejor sonrisa, me miro y te encuentro en mis ojos.
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3 comentarios:
Perdón si mi comentario suena impertinente, pero creo que es hora de dejarlo partir, de sacarlo de tus ojos. A veces es mejor estar ciego por un tiempo, hasta que se ausente la ausencia.
besos
Si !! A veces nos estancamos. Y nos preguntamos por que este adiós ? y si no lo hay nos extrañamos.
Todos tenemos platos de fiesta preparados para alguna ocasion....besos
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