Te miro a lo lejos.
Con ese andar medio apurado. Con ese mirar cansado.
Te miro y no me ves.
Eso me tranquiliza.
No me veo en tus zapatos. Será porque ya no reconozco tus pasos.
Tu andar.
No me veo allí. No me encuentro en tu camisa a cuadros.
No me reconozco.
Miro el café a medio terminar.
Extraño mi mate y esa yerba serrana que nos gustaba tanto.
No notaste mi presencia.
No notaste mis ojeras y el rojizo alborotado de mi cabello.
Estás delante mío y tu espalda es la que me esquiva.
Positivo.
Es mejor así.
Nuestros mundos paralelos.
Otra vez la Matemática.
Dos caminos paralelos que jamás se cruzarán .
Como si algo nos separase y estemos en realidades simultáneas.
Lo pienso un poco y, es así.
En mi pequeño mundo ya no estás, ya no te encuentro.
¿Será que yo ya no me encuentro?
7 comentarios:
Y si,a veces es mejor así. Aunque duela tener que rehacerse de nuevo uno mismo.
Rehacerse y empezar a conocerse.
¿Mundos paralelos son esos en que su camino y el mío no se encuentran? Entonces, tengo en mis manos uno de ellos ¿quién lo quiere? Yo no, pero ahí está
Gracias por aparecer, por estar ahí y poor dejarme divagar (en público)
un abrazo desde Medellín para tu Tigre (que ruge, al menos en fútbol)
Saludos,ah! y podés divagar como decís cuando quieras.
Un poema que muestra sensatez y madurez ante ese amor que ensombrece en el adiós.
Muy bonito.
Muchas gracias por tu comentario!!
Publicar un comentario