Solemos contar los días, las palabras, las veces que
dijimos lo que dijimos…y las veces que callamos.
Puros y vagos…sólo números que marcan nuestro andar.
Los meses que dedicamos a un silencio vano.
Los años que merecimos disfrutar y simplemente dejamos pasar.
“…Diciembre es un mes de balances…”- solía decir.
¿Ahora podría contar los años no vividos? ¿Pero cómo es
eso?
Todo me dejo un aprendizaje, hasta el más crudo dolor.
Todo me transformó en la que soy.
En ésta que cuenta.
Los días, que pasan y que quedan por vivir.
Las palabras que callamos y quedan por decir.
Ésta que cuenta.
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